terça-feira, 9 de outubro de 2007



La verdad es la esperanza, y decir que no existe la verdad es atentar contra la esperanza. Para el padre cuyo hijo está enfermo, la verdad es que su hijo se va a curar; para el que necesita que le quieran, la verdad es que le van a querer; para el que tiene hambre, la verdad es que al cabo de un momento alguien le va a dar de comer. La verdad es la esperanza, y no hay otra manera de medirla, y la medida de la realidad es también la esperanza, y las cosas solo son reales en la medida en que las necesitemos con toda el alma, y esta es la verdad: la mentira y el error es suponer que hay otro criterio para medirla. Ni las leyes físicas ni las lógicas ni las matemáticas ni las naturales tienen mayor fuerza que la esperanza y la necesidad vital de que las cosas sean como nos hace falta que sean, y esto no es ser iluso: es ser realista. Ilusos son los que creen en la realidad prosaica y pesimista. El mundo no está escrito en prosa, sino que es un poema de amor con todo el ritmo y toda la fuerza de la pasión y del amor desenfrenado.




1 comentário:

Sandra Dantas disse...

Muy bien, tengamos siempre la esperanza en nosostros!

Nada es impossible cuando la tenemos!!!

Besos!