segunda-feira, 8 de outubro de 2007


POR TU PAZ, por Santiago Tena, poeta de la verdad

Sé que te dije que te iba a escribir, y lo estoy haciendo, pero lo que te he de decir tiene que saberlo todo el mundo. ¿Te acuerdas que te hablé de nuestra guerra, de nuestra misión? Pues bien: hay un mensaje claro e indudable: en esta guerra no hay enemigos. ¿Te acuerdas que te dije que el universo entero nos iba a apoyar? Pues bien: el universo entero nos apoya porque en la victoria de nuestra guerra está la salvación del universo entero, y por eso mismo no hay enemigos: porque en parte nuestra guerra lo que busca es que se perdone para siempre al supuesto enemigo, y por eso el mismo supuesto enemigo nos apoya con toda su alma de arcángel que cayó y que no acaba de conseguir, a pesar de sus continuos esfuerzos, volver al lugar del que cayó. Por eso hablo de él como supuesto enemigo, y este el gran misterio sobre el que la religión nos engaña: detrás de la apariencia de mal está la santidad, como tú y yo sabemos, y como revela el Evangelio, no hay santidad fuera del perdón, y por eso el perdón hay que llevarlo hasta el último extremo.Y me da igual que me hablen del Juicio Final, del Infierno, de la condenación, de lo imperdonable, yo sé que estoy en lo cierto incluso por encima de lo literal de algunos fragmentos del Evangelio: no hay verdad fuera del perdón, y el universo entero y toda criatura presente, pasada, futura, ficticia o real, imaginada o tangible, toda criatura está salvada ya para siempre, y nuestra misión no puede fracasar porque ya ha triunfado para siempre: y no hay ningún enemigo. ¿No te dije que el mal es lo mismo que la oscuridad? ¿No te dije que en la oscuridad lo único malo es que no ves lo que de todos modos está ahí? Nuestra misión consiste en iluminar la oscuridad con la verdad, del mismo modo que Abraham convencía a Dios de perdonar a más y más personas antes del episodio de Sodoma y Gomorra. Nuestra única misión es el perdón, nuestra única misión es la luz, y estoy seguro de que este nosotros abarca a muchas más personas de las que tú y yo creemos. Un beso.

2 comentários:

Sandra Dantas disse...

"...detrás de la apariencia de mal está la santidad, como tú y yo sabemos, y como revela el Evangelio, no hay santidad fuera del perdón, y por eso el perdón hay que llevarlo hasta el último extremo."
Lo creo tambien yo a esto!
Pero quiero acrescentar que nuestra única misión es el Amor!

Gracias Santi, mi ha gustado!
Besos!

Anónimo disse...

eres un cielo, sandra, ya ves lo que decía: quien más caso me hace eres tú

millones y millones y millones de besos

:-)

santi