El tiempo

Llegó el tiempo en que
el Verbo,
humano se hizo,
y miríadas de corazones
a un solo grito exhultaron
mientras que el gozo de su venida
transformó lo creado.

El Verbo,
Hijo de María se hacía
y se entretejíendose,
en el vientre amoroso,
se hacia uno con la historia del hombre.

La obediencia dictó tú camino
y en amando al Padre
desde tu corazón humano
nos abriste presuroso
las puertas del misterio
a los pobres humanos.

Cristo, Hermano mío,
modelo de hombre
en el molde de tu entrega
quiero fraguar la mía,
en el árbol de la Cruz
abrirme a la verdadera vida
que sólo tú nos has traído.

Colaboración de PRN
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